El triángulo escaleno: Lugares: 2403

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El zigurat y la estrella, la historia de 2403 en El triángulo escaleno, tiene lugar en una tierra remota y enigmática.

Los principales escenarios de esta narración se encuentran encadenados, ya que cada uno se halla dentro del anterior. En realidad, como si de una muñeca rusa se tratase, suponen niveles, nuevas puertas que, finalmente, desembocan en el descubrimiento de un valioso secreto.

Un personaje inesperado, un forastero en una tierra ignota, los irá descubriendo progresivamente. Así, en primer lugar, está el país en el cual el relato transcurre. En segundo lugar, en una zona lejana y olvidada del país, se localiza La Ciudadela. En tercer lugar, en el corazón de ésta, se erige un zigurat. Todo ello bañado, en todo momento, por la agonizante luz de una estrella triple que pronto morirá.

El país en el que tiene lugar el argumento carece de nombre explícito. De él, a lo largo de la novela, se apuntan ciertos detalles. Son pistas, algunas débiles, y otras fuertes, que pueden indicar dónde nos hallamos. Sabemos que nos encontramos en el continente asiático. Se menciona que alberga una construcción babilónica. En relación a su pasado (desde el punto de vista del año 2403), se comenta que ha sido el centro de imperios históricos, así como el protagonista de la tiranía, la guerra, la injusticia y el inmovilismo. Finalmente, se apunta que los gobernantes de dicho país, durante épocas pretéritas, controlaban y negociaban con el petróleo.

Este país, o lo que en 2403 queda de él, y en concreto los enclaves que aparecen en la historia, son, básicamente, un enorme desierto de arena clara y límpida que llega más allá de donde alcanza la vista, dibujando dunas en constante mutación y horizontes que parecen insondables. Su mermada y olvidada población se distribuye irregularmente. Existen ciudades, pero destacan más las aldeas. Algunos de los personajes proceden de esos pueblos. Otros pudieron nacer muy lejos. Pero todos, de un modo u otro, terminan acudiendo a la llamada de la “capital sagrada”.

Esta capital se llamada La Ciudadela. Se trata de una ciudad fundada en mitad de la nada, circundaba por kilómetros y kilómetros de monótono y protector desierto en cualquier dirección. Su existencia es, de hecho, cuasi clandestina. Su ubicación se ha protegido a lo largo de siglos. Preserva un poder crucial. La ciudad está rodeada por una larguísima muralla pétrea, la cual consta de un único portón. En su interior, de manera bastante regular, se distribuyen, paralela y perpendicularmente, calles y una amplia avenida que conduce al centro del lugar. Ahí, se alza el zigurat.

El zigurat es una imponente pirámide escalonada, con planta cuadrada. Presenta nueve niveles. En el noveno nivel, se halla un templo. Y, sobre los nueve niveles, en el décimo, se encuentra una cámara especial. Tanto el zigurat, como la ciudad y el mismo desierto, poseen muchos secretos que han de desvelarse.

En resumen, mientras la historia de 2007 (la actualidad, en definitiva) transcurre en un escenario verdadero y conocido (las islas de Lanzarote y de Gran Canaria), 2403 nos conduce a un lugar que, a pesar de que podría señalarse en nuestros mapas, pertenece realmente a otra realidad. Porque es otro universo. O, al menos, otra historia anudada con las almas de 2007 (y 1431). Los tres niveles que deben cruzarse (desierto, ciudad y zigurat) conducen en última instancia al prodigio fantástico que enlaza las tres historias de la novela. Son el segundo vértice del triángulo: un entorno onírico, lejano y brillante que espero que crezca en tu imaginación y que desees poder coronar algún día.