Estimado lector, fiel seguidor, esta es la última entrada que se publicará en el blog hasta dentro de varios meses. Antes de esta despedida (que, no lo dudes, es temporal), voy a compartir algunos deseos y promesas contigo.
Mi mayor deseo es sentir la alegría de conocerte. Deseo que nos encontremos, bien en los textos publicados en este blog, bien en las páginas, en papel o en digital, de mis (por ahora) dos novelas. He experimentado una felicidad que nunca imaginé al descubrir que tanta gente podía interesarse por mis obras. Cuento con lectores excepcionales, que no solo leen mis libros, sino que los disfrutan y comentan, y me hacen llegar su cariño.
Deseo que te emociones con los destinos de los personajes de El triángulo escaleno, de la misma manera que muchos lectores me han hecho saber, por distintas vías e incluso en persona, que gozaron con ellos. Deseo que hayas compartido la novela con aquellas personas que sabes que disfrutarán de esta historia de tres universos entrelazados.
Deseo que imagines los lugares y rincones de Ciudad Fortuna, la urbe llena de enigmas en la que se desarrolla Dados de cristal, y te identifiques con Alexander Berkel, un gafe en un mundo gobernado por la suerte. Deseo que tengas ganas de leer la segunda parte de la serie, tal como muchas personas me han transmitido su impaciencia al respecto.
Este blog, nuestro principal punto de encuentro, va a tener otro formato los próximos meses. Seguirá activo, pero de otro modo. Seguro que entiendes que necesito aparcar ciertas tareas por un tiempo para centrarme en la segunda parte de Ciudad Fortuna.
Estoy muy agradecido por tu confianza y fidelidad. Por eso, querido lector, te prometo, ante todo, que volveré. Este es solo un descanso. Prometo regresar con la continuación de Ciudad Fortuna. Prometo informarte de los diferentes proyectos que pronto estarán en marcha. Prometo que El triángulo escaleno y Dados de cristal no caerán en el olvido. Las novelas no mueren si tú les da vida. Y prometo trabajar siempre en mi imaginación, en esos universos, llenos de horizontes y de suerte, donde nos reunimos.
Lector, nos vemos, en los próximos meses, en Ciudad Fortuna. ¡Gracias!