Entre autores: Ana Bolox

Convencido de la riqueza que aportan la colaboración, la participación, la generosidad y la reciprocidad, en la vida en general, y la creación y la comunicación en particular; hace poco, se abrió una nueva ventana del blog, a la que se asoman otros autores con quienes comparto muchas ideas sobre las aventuras y desventuras de ser escritor. El primero que visitó este espacio fue Luis A. Santamaría, autor, entre otros, de El secreto de Oli. Si aún no has leído su intervención, te aconsejo sinceramente que te animes a conocerle.

Hoy, me complace recibir la esperada visita de Ana Bolox, una escritora muy ingeniosa, y estupendo ejemplo del potencial de la colaboración que da sentido a esta sección. Nos habla de su primera obra de ficción, el inicio de una prometedora serie titulada Carter & West. Yo ya tengo mi ejemplar, y pronto su lectura me atrapará. Saludos a tod@s.

 

CarterWest1

La historia detrás de las historias

Me gusta estar en casa cuando llueve. De hecho, y salvo excepciones que estimo innecesario precisar aquí, pocas actividades encuentro más placenteras en la vida que sentarme a disfrutar de una buena novela mientras la lluvia azota los cristales de la ventana. Por ello, hace años, mientras la mayoría de mis compatriotas empleaba su tiempo de descanso veraniego en tostarse bajo el sol de las playas mediterráneas, yo me reconciliaba con las acideces de la vida en el húmedo clima cántabro: en cuanto la ocasión se mostraba propicia, anidaba en la ventana más próxima y devoraba novelas de Agatha Christie.

Era mi ritual estival: leer historias detectivescas al arrullo de la lluvia. De vez en cuando, al sentir el viento golpear sobre el cristal, abandonaba la lectura y levantaba la mirada, dejando que se perdiese en la lejanía, donde el mar batía feroz sobre la playa y las gotas de lluvia pugnaban por mezclarse en esa enfurecida lucha entre la tierra y el agua. Y entonces, abstraída por el temporal, me complacía en pensar qué bucólica sería la vida si pudiera ser como ella, como Agatha Christie, tener su fértil imaginación y afilada inteligencia, y dedicar mi existencia a pergeñar asesinatos desde la comodidad de una silenciosa salita, al amor de una lumbre que crepitara en la chimenea, con un Spaniel a los pies por toda compañía mientras fuera, mientras fuera, por supuesto, llovían perros y gatos. Pura ensoñación.

Para entonces, ya había hecho mis pinitos literarios, claro, pero nunca en el ámbito del relato detectivesco, que me parecía fuera de mi alcance, por más que me pusiera de puntillas y estirara los brazos hasta hacerme daño. Lo que es darse por vencido antes siquiera de empezar: lo cierto es nunca lo había intentado. Y, sin embargo, una calurosa tarde del septiembre meseteño, al arrullo del cantar de la chicharra, vino al mundo Destino inexorable exactamente en mil palabras, ni una más ni una menos, pues eran las reglas de un juego literario que me había autoimpuesto. Su nacimiento me sorprendió sonriendo porque, ¡sí!, había escrito una pequeña historia detectivesca.

No me dio tiempo a pensar que tal vez fuera aquello producto del azar, porque justo al día siguiente llegó La muerte viene a cenar y, con ella, nacieron Kate West y Charles Carter. Dos historias, dos crímenes, en dos días Y entonces la mente se puso a pensar ¿Y si? ¿Por qué no? Puede que no tuviera el genio creador de Agatha Christie. Puede que jamás se hiciera real mi ensoñación ni llegara a tener un Spaniel tendido a los pies, pero sí que podía escribir historias detectivescas, al menos construidas con mil palabras. De modo que me puse a ello: Salto mortal, Las monedas del Iscariote (ahora reconvertida en Aracne), El fuego de Vesta, Un tarro de chutney Todas escritas con mil palabras, exactamente mil. Y, mientras iban naciendo, en lo más profundo de mi mente se iba tejiendo otra historia, una que alcanzara a todas ellas, que las uniera, que les diera una consistencia que al principio estaba muy lejos de intuir. Quizá fue Kate West quien la susurró, quizá Charles Carter, quizá los dos (creedme, los personajes cobran vida y acaban por dirigirte), pero empecé a reconsiderar el asunto: aquello ya no era un juego para entretenerme.

Entonces llegó Una broma americana; y luego, Un cadáver sobre ruedas; y después, Sospecha. Y las tres exigieron mayor enjundia que la que se logra con sólo mil palabras. Tenía tres relatos con una consistencia que ya sonaba seria. Tenía una idea general increíble que requeriría muchísimo trabajo y tenía muchísimas ideas parciales que debía organizar. Una especie de excitación interna me consumía: tenía un sueño. Y por ello me senté delante del ordenador.

Lo primero que había de ocupar mi esfuerzo era transformar las historias de mil palabras en relatos auténticos, sin embargo, y para mi sorpresa, cuando me puse a ello lo que nació fue Quadrivium, todo un récord en mi breve experiencia literaria con sus 56.000 palabras, en cuya corrección estoy trabajando ahora, con la esperanza de que pueda ver la luz en el mes de mayo. Luego, si Dios me da ilusión, fuerza y salud, vendrán El fuego de Vesta y Un tarro de chutney. Y para más adelante Un cadáver sobre ruedas, Una broma americana y Sospecha (aunque “sospecho” que ésta última verá retrasada su posición en la línea general y tendré que escribir otra que ocupe su lugar).

A partir de ahí hay una idea muy clara y nada más. Pero para cuando llegue a ese punto, espero que las musas habrán sido asiduas visitantes de mi salita. A mi Spaniel ya lo tengo adiestrado para que no las gruña.

Y en el ínterin: me permito la indecencia de pedir disculpas al lector por no haber trabajado más para que las historias sean mejores, por haber cometido los errores que sin duda he cometido y por haberme dado por vencida en la cuarta o quinta corrección, incapaz de enfrentarme al esfuerzo de realizar una sexta. Si, a pesar de ello, al lector le parece que Kate West y Charles Carter aún pueden entretenerlo, le espero en la próxima entrega, con un Quadrivium en el que mi pequeño universo empieza a mostrar que en él las leyes físicas también se cumplen y cada planeta comienza a ocupar su lugar.

O no, que diría aquél. ¿Quién sabe? 😉

En cualquier caso, y si el lector de alguna de mis historias se ha topado con este texto, deseo transmitirle el mensaje más importante de entre todos los párrafos que le han conducido hasta este punto, al menos el más importante, el auténticamente imprescindible para mí: gracias, amigo lector, gracias, mil veces gracias por tu lectura.

 

AnaBolox

Ana Bolox es licenciada en filología inglesa. Ejerce como profesora de idiomas, español e inglés, y ha trabajado como traductora de textos científicos. Es editora de su propio blog, Detrás de un escrito, y escritora de novela policíaca. Acaba de publicar su primer libro de ficción, una serie policíaca que lleva el título de Carter & West. Colabora con MoonMagazine, Toda una amalgama y Todo eReaders, entre otras muchas actividades.

EL TRIÁNGULO ESCALENO: La guía definitiva

Estimado lector, esto texto es una guía definitiva con toda la información que puedas imaginar acerca de mi primera novela, El triángulo escaleno; una enorme ilusión que tú estás haciendo realidad y que puedes llenar de más vida y fantasía con su lectura.

¿Qué es El triángulo escaleno? Es la novela de fantasía en la que trabajé a lo largo de cinco años, entre 2008 y 2012, y que ahora, a finales de 2014, después de bastante espera y esfuerzo, por fin ve la luz, editada por mí mismo.

La novela narra una historia que transcurre en tres épocas y tres lugares distintos; protagonizada por una constelación de personajes que, aunque no lo sepan, son las mismas almas que van reencarnándose a lo largo de los siglos, desde el XV hasta el XXV. Una creencia superior, junto a un descubrimiento prodigioso, conectarán una travesía por alta mar a mitad del siglo XV, una arriesgada investigación a principios del siglo XXI y una guerra en los albores del siglo XXV.

La novela se publicó el día 9 de diciembre de 2014. Está disponible en las siguientes plataformas y formatos:

  • Amazon (versión impresa)
  • Amazon (versión Kindle)
  • Kobo (ebook)

[Actualización 26/02/2016: enlace a la nueva edición de Ediciones Tagus]

Si quieres, puedes leer gratuitamente los siguientes avances:

Su argumento se estructura en tres partes interrelacionadas, que son:

Los tres conjuntos de personajes que descubrirás en sus páginas son:

Los tres lugares a los que viajarás al descubrir la portada del libro son:

Puedes leer sobre diversos elementos y temáticas recurrentes en la novela.

Todo se inició en este blog con una serie de 27 relatos breves encadenados.

Por último, unas importantes palabras de agradecimiento.

Y, sobre todo, gracias a ti, estimado lector, que con tu lectura, tu apoyo, tus mensajes y tus comentarios puedes hacer que El triángulo escaleno consiga llegar más allá de lo que yo nunca imaginé.

Y la fantasía sigue… ¡Os espero!

2014TrianguloEscaleno

 

¡Muchas gracias a tod@s!

Parece mucho menos tiempo, pero, en realidad, apenas han transcurrido cinco meses desde que este blog vio la luz. A lo largo de este casi medio año, he dado a conocer mis primeros escritos, he compartido visiones con personas conocidas y desconocidas, y, sobre todo, he logrado publicar mi primera novela, El triángulo escaleno, sobre la que puedes conocer todos sus detalles gracias a este espacio.

Ha llegado el momento de dedicar unos minutos, unos imprescindibles e importantes párrafos, a darle las gracias a todos los que, de una manera u otra, me han ayudado y acompañado en esta travesía que espero que dure mucho.

No recuerdo cuándo fue la primera vez que ideé una historia. Ya dije que mi mente nunca deja de imaginar. Las historias me han apasionado siempre: desde las escritas en los libros, hasta las contadas en la televisión o el cine. Pero compartir aquello que yo creaba era distinto, algo que me costaba. En ese sentido, tengo que reconocerle su acompañamiento a mis padres, mi familia, mis amigos y a Ángel.

Convertir aquellos cientos de páginas que eran El triángulo escaleno en un libro real, tanto impreso como electrónico, fue una labor ardua, con retos añadidos por el hecho de ser una obra editada por mí mismo. En este proceso, aparte de mis padres y Ángel, fue una parte fundamental, sin la cual el resultado no hubiera sido tan satisfactorio, el trabajo y el consejo eficaz, constante y entregado de Pilar Lahuerta.

La novela ha llegado a los lectores de distintas maneras. Los actos en vivo han sido emocionantes. La presentación de diciembre fue todo un éxito gracias a La Espiral Cultural y la inestimable colaboración de Daniel Moreno y Luis Henares. Asimismo, el encuentro de enero resultó agradable e interesante gracias a Carmen Serrano y la Biblioteca de Ontígola. Igualmente, estoy muy orgulloso del eco que se han hecho varios medios de comunicación respecto a la publicación de la obra. He de mencionar el apoyo de Juanma González y de Paula Mayoral. También, he conocido a dos amigos escritores (cuyas novelas también recomiendo encarecidamente), que han accedido a colaborar conmigo. Se trata de los geniales Ana Bolox y Luis A. Santamaría.

Pero, sin duda, a quienes más debo darles las gracias es a todas las personas que han confiado en mí, han adquirido la novela y se han convertido en aquello que define a un escritor: en mis lectores. Y estoy encantado de contar con cada vez más seguidores en Twitter y Facebook, dos entornos donde me entretiene y enriquece compartir.

¡Espero no olvidar a nadie! En cualquier caso, El triángulo escaleno, como el trabajo del blog, continúa. Pronto habrá nuevos eventos a los que estaréis invitados. Durante unas semanas, la actividad en el blog se ralentizará momentáneamente. Pero hay una nueva historia, impaciente por aparecer, que introduciré dentro de muy, muy poco…

¡Os espero!

 

El tres, el nueve y los triángulos

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El tres, el nueve y los triángulos son tres elementos imprescindibles en el argumento de El triángulo escaleno, mi primera novela de fantasía (novela que ya puedes leer), que se convierten en los ejes que enlazan las tres historias: 1431, 2007 y 2403.

En todo aquello que imagino, las cifras, la aritmética, el álgebra y la geometría son siempre constantes cargadas de simbolismo que se introducen en la narración porque, aparte de todos los lenguajes basados en las letras, existe otro, esencial, en el que no siempre pensamos. Se trata del lenguaje de los números: las matemáticas.

Las matemáticas, más que una ciencia (o además de una ciencia), son, básicamente, un lenguaje. Son el código o idioma con el cual se puede entender la Física, la Química, la Economía, etc. Son tan importantes para nuestra existencia como los lenguajes de las letras. Los números y todo lo que deriva de ellos nos rodean.

Leyendo El triángulo escaleno encontrarás dos números que surgen continuamente en el relato. Estos son el tres y el nueve; dos cifras, asimismo, muy vinculadas entre sí. Sus simbolismos son cuantiosos. Vamos a repasar algunos.

El tres es el primer número primo impar. Es el número natural que más se aproxima al número pi. Y, si no atendemos a los autores de la teoría de cuerdas, tres serían las dimensiones del espacio. Sobresale en las religiones dármicas: los tres dioses del hinduismo (Brahmá, Visnú y Shiva), con sus tres consortes (Saraswati, Lakshmi y Parvati), los tres tesoros del budismo (Buda, Dharma y Sangha), las tres acciones que determinarán el karma (actos, palabras y pensamientos), etc.

El nueve es el cuadrado perfecto del tres. No es, por lo tanto, un número primo, si bien sus connotaciones abundan también. Se le considera un símbolo del saber supremo, pues finaliza el ciclo del sistema decimal, y el paso previo a la totalidad (la cual vendría a estar encarnada en el diez). Esta consideración del hinduismo se relaciona también con la creencia budista de que Buda Gautama poseía nueve virtudes. Bastantes rituales del budismo implican nueve elementos.

Finalmente, llegamos al triángulo, el polígono de tres lados. Su relevancia en la novela es evidente. Hay muchas clases de triángulos. En la novela, proliferan los escalenos (es decir, aquellos cuyos lados y ángulos son desiguales).

Los escalenos son los triángulos más imperfectos. Sin embargo, si lo pensamos, ¿no son acaso los más frecuentes en la vida? Porque, si miramos detenidamente, los triángulos nos rodean, y los escalenos son los frecuentes. En El triángulo escaleno hay relaciones triangulares desiguales (Alejandro, Gabriel y Dora; Alejandro, Gabriel y Carol…), triadas de elementos (la triple estrella; el océano, el barco y la isla…), lapsos de tres días entre sucesos, las tres historias, las tres almas, etc. Observa atentamente a tu alrededor. Los triángulos nos definen. ¿Cuáles son los tuyos? ¿Cuál es tu triángulo escaleno?

 

Alma, karma y reencarnación

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El alma, el karma y la reencarnación son tres eslabones de una cadena primordial en el argumento de El triángulo escaleno, mi primera novela de fantasía (novela que ya puedes leer), pues anuda y entrelaza las tres historias: 1431, 2007 y 2403.

Estos tres conceptos definen la fe que los personajes centrales abrazan para encarar el sino de sus vidas presentes, pasadas y futuras. En cada historia, un personaje (esto es, la misma alma en sus distintas reencarnaciones) transmitirá estos conocimientos al resto. Estos son: el druida Yerik, el doctor Rafael y la sacerdotisa Valkiria.

La creencia es sencilla, aunque pueda parecer lo contrario inicialmente. Cada persona tiene alma: una esencia abstracta, invisible e interna. En el alma queda una huella de los actos que una persona realiza. Dichos actos suponen la causa de un efecto: los buenos actos reportarán energía positiva, mientras que los malos acarrearán energía negativa. Esto depende del karma, una especie de ley mística que retribuye a cada individuo en función de sus acciones.

Todo está basado en una síntesis de conceptos comunes para las religiones dármicas, especialmente el hinduismo y el budismo. En esos credos, hay algunas divergencias al tratar la cuestión del karma; pero el núcleo es el mismo. En general, el karma es una energía y una ley. La energía es aquella que deriva de las acciones del individuo. La ley es la que regula la “retribución” que la persona va a recibir según sus decisiones. Las acciones no son sólo físicas. Abarcan los actos, las palabras y los pensamientos.

Tanto en la creencia de la novela, como en la fe de estas religiones, junto al alma y el karma, surge un tercer elemento principal: la reencarnación. Y ¿por qué ocurre esto? Es simple: porque, muchas veces, el efecto de las acciones cometidas por una persona (el “premio” por las buenas y el “castigo” por las malas) no se abarca en una sola vida. He aquí uno de los puntos clave de la novela: nuestros actos conllevan consecuencias en vidas futuras. Pues el alma se reencarna y, en cada nueva existencia, recibe el efecto de acciones pasadas, y obtiene la oportunidad de actuar mejor o peor.

Como leerás en la novela, hay una rueda. Esta rueda es el ciclo de la transmigración, el recorrido de las almas: nacimiento, vida, muerte, olvido y reencarnación. Las almas viven vidas mortales. Nacen y mueren. Al morir, el alma olvida lo vivido en sus vidas anteriores (cuando leas la novela, descubrirás con qué salvedades). Y vuelve a nacer encarnada en un cuerpo físico diferente. Recibe una nueva oportunidad.

Y, al final, después de todo esto, ¿qué sentido tiene esa rueda eterna donde las almas giran y giran sin cesar? Ese sentido, en definitiva, es la enseñanza fundamental que los personajes de El triángulo escaleno tendrán que aprender. Y espero que tú, al leer la novela, alcances y compartas también esa enseñanza.